Ayer Pete Hegseth, secretario de Guerra de Estados Unidos, informó sobre un nuevo ataque de su país contra una lancha que supuestamente transportaba drogas, en la que perecieron cuatro personas.
En total, ya van 61 seres humanos que pierden la vida de la misma manera. Cada vez el gobierno del país vecino se adjudica el evento y publica imágenes de las embarcaciones incendiadas.
Lo que no se han exhibido son las pruebas que servirían para confirmar que transportaban narcóticos hacia Estados Unidos.
Una cosa es contar con indicios de la comisión de un crimen y otra muy distinta es asesinar en función de tales indicios.
De ahí que estos eventos ordenados por Donald Trump deban ser calificados como ejecuciones fuera de toda legalidad: se está asesinando gente por el solo hecho de parecer narcotraficantes.
El autoritarismo que guía a estas acciones ha merecido reclamos inclusive desde el bando republicano.
Por ejemplo, Paul Rand, senador por Pensilvania, acusó en una entrevista televisada sobre las ejecuciones sumarias ordenadas desde la Casa Blanca.
De entre estas víctimas, al parecer una de ellas logró salvar la vida el pasado lunes. Razón por la cual la Guardia Costera estadunidense pidió ayuda al gobierno mexicano para rescatarla.
Entregó también una ubicación situada a unos 800 kilómetros al sur de Acapulco, en aguas internacionales.
Este hecho fue aprovechado por el gobierno mexicano, quien, en voz de la presidenta Claudia Sheinbaum, dijo oponerse a estas operaciones y exigió, vía el embajador Ronald Johnson, trazar límites a la arbitrariedad.
Solicitó igualmente coordinación respecto a la intercepción de las embarcaciones y pidió que sea la Secretaría de Marina la que se encargue de detener a los supuestos narcotraficantes, en vez de que estas embarcaciones sean bombardeadas indiscriminadamente.
Zoom: Al parecer, Johnson aceptó los términos. Sin embargo, al día siguiente ocurrió otro bombardeo donde perdieron la vida cuatro personas. No habrá cómo contener el hambre imperialista de la administración de Trump, que no está dispuesta a detenerse ante nada.