El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México ha registrado 809 detenciones por actos sexuales y exhibicionismo en sus instalaciones entre 2020 y 2024.
Estos casos, tipificados como faltas al artículo 26 de la Ley Local de Cultura Cívica, son el reflejo de un problema que persiste en el transporte, exacerbado por la reciente polémica de videos de contenido para adultos grabados en vagones.

La situación se agrava ante un vacío legal que la industria de contenido sexual estaría aprovechando, sumado a las bajas sanciones que podrían incluso incluir a los mismos creadores de contenido entre las cifras oficiales.
Metro, un set de grabación: El nicho de la industria para adultos
La controversia se disparó en julio de 2024 con la suspensión de un policía en activo de la SSC, identificado por coprotagonizar un video sexual grabado al interior de un vagón. Sin embargo, el problema va más allá: distintas páginas web y creadores siguen utilizando las instalaciones del Metro, particularmente los vagones viejos sin cámaras de seguridad, como un set de grabación de contenido explícito.
Este persistente uso se apoya en un punto ciego de la legislación: el artículo 26 de la Ley de Cultura Cívica sanciona la exhibición de órganos sexuales solo si existe la intención de molestar o agredir a otra persona. Para que una sanción proceda, debe haber una queja o denuncia de un tercero que se sintió agredido.
Es aquí donde la industria encuentra su nicho: si la grabación se realiza con el consentimiento de todos los participantes y se aseguran de que no haya denuncias de terceros (por ejemplo, grabando en vagones vacíos o a altas horas de la noche), el acto no se considera un daño a la dignidad ante la ley, permitiendo a los creadores evadir consecuencias legales mayores.
Bajas sanciones y el riesgo de impunidad para los infractores
De las 809 detenciones registradas desde 2020, la gran mayoría (97.65 por ciento) corresponden a exhibicionismo. Esta elevada cifra refleja la constante lucha del STC contra faltas a la moral, pero también plantea una preocupación sobre el alcance de las sanciones.
Las multas y penas por estas infracciones son bajas:
- Multas que van de los 113 a los mil 131 pesos
- Arresto de seis a 12 horas
- Trabajo comunitario de tres a seis horas
Ante la escasa severidad de las penas, existe la posibilidad de que los propios creadores de contenido sean incluidos en este registro de 809 casos, ya que una detención con una multa de apenas mil pesos resulta ser un bajo costo operativo para una industria altamente lucrativa.
Esta situación minimiza el efecto disuasorio de la ley, facilitando que el Metro siga siendo una locación atractiva para este tipo de producciones.
Una solicitud de transparencia realizada por MILENIO evidenció que la problemática se concentra en puntos clave de la red, siendo Centro Médico la estación con más detenciones en lo que va del año (ocho casos), seguida por Chabacano (siete), y después Tacubaya y Guerrero (cinco casos cada una).
La combinación de un vacío legal que requiere la denuncia de terceros, la falta de cámaras en vagones antiguos y las sanciones mínimas, crean un entorno de impunidad que desafía los esfuerzos de las autoridades para garantizar la seguridad y la dignidad de los millones de usuarios que dependen diariamente del Metro.

HCM