La leyenda del tenis mundial, Serena Williams, volvió a ser tendencia en redes sociales, no por su desempeño deportivo, sino por su drástico cambio físico. La exdeportista estadounidense compartió una imagen donde luce mucho más delgada, asegurando que logró bajar alrededor de 14 kilos en los últimos meses.
Lo que más llamó la atención no fue únicamente su figura, sino la polémica que rodea al supuesto método utilizado: un medicamento de uso médico que recientemente se ha popularizado para la pérdida de peso, especialmente entre celebridades y figuras públicas.

¿Consecuencias del tratamiento?
Diversos especialistas han advertido que este fármaco, aunque eficaz en algunos casos para controlar el apetito y regular el azúcar en la sangre, no fue diseñado como tratamiento estético, sino para pacientes con condiciones específicas como la diabetes tipo 2. Su uso con fines de adelgazamiento ha desatado un fuerte debate en la comunidad médica.
Serena, por su parte, no confirmó directamente el nombre del medicamento, pero sus seguidores especulan que se trata de la misma sustancia que otras estrellas de Hollywood han admitido consumir para bajar de peso rápidamente. La imagen difundida en su cuenta oficial causó sorpresa y miles de comentarios en cuestión de horas.

Más allá de la controversia, la extenista se mostró feliz con los resultados y aseguró que está enfocada en mantener un estilo de vida saludable tras su retiro profesional.
“Me siento más ligera, con más energía y con nuevos retos por delante”, escribió.
El caso de Serena Williams refleja una tendencia mundial donde la delgadez rápida, impulsada por medicamentos, genera tanto admiración como preocupación. Mientras algunos aplauden su disciplina, otros cuestionan los riesgos de seguir caminos poco seguros para alcanzar estándares estéticos.
Mira aquí el cambió de imagen de Serena Williams
EF