La estrategia de la automotriz japonesa Nissan de cerrar siete de sus 17 plantas a escala mundial –incluyendo la de Morelos--, así como ajustes en sus líneas de producción existentes reduciendo su armado de autos, responden en parte a las cambiantes reglas del comercio exterior, principalmente empujadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En entrevista con MILENIO en el contexto del Japan Mobility Show en Tokio, Japón, Iván Espinosa, presidente y CEO de Nissan Motor Co., comentó que el contar con muchas ubicaciones pequeñas y flexibles les ayudará a responder a entornos cambiantes, como los aranceles que quiere imponer el mandatario republicano.
“Una de las bondades del sistema industrial de Nissan es ajustar el tamaño sin perder la flexibilidad, y eso lo hicimos intencionalmente porque hoy el mundo es el más complicado que he visto en 25 años de carrera en la industria, todos los días me despierto y descubro una noticia nueva y que hay una crisis nueva”, expuso.
Comentó que en este entorno cambiante también buscan acomodar a sus proveedores y que en caso de que no puedan se buscan alternativas.
“Hay proveedores que tiene ya operaciones que es donde vamos a mover la producción de los productos, algunos otros van a tener que buscar formas y alternativas; pero hay algunos que no pueden moverse y bueno vamos a tener que mover un poco logística y hacer algunos cambios pero bueno es como lo estamos diciendo para algunos proveedores que es viable para otros proveedores no es viable y tenemos que buscar nuestra alternativa”, agregó.
Pero reiteró que México es uno de los mercados globales más importantes, pese al ajuste de producción, por lo que no cambiará su estrategia de reposicionamiento de la marca.
“Particularmente en el país es una marca muy fuerte y que va a continuar con la oferta que tenemos”, remarcó el presidente y CEO de la firma.
El máximo ejecutivo de Nissan, de origen mexicano, Ivan Espinosa, fue enfático en aclarar que la capacidad productiva de la automotriz a escala mundial no justificaba las ventas, pues tenían la posibilidad de armar 8 millones de unidades en el mundo pero nunca llegaron a ese nivel, al contrario, apenas en 2016 llegaron a 5 millones de unidades, que es lo más cerca que tuvieron de esa cifra.
“Si estás solamente en un mercado operando con una sola fábrica, tal vez es más eficiente pero el riesgo al que te estás exponiendo es muy grande entonces lo que hicimos fue diseñar este sistema con cierta flexibilidad ajustando la capacidad para que los retornos de lo que estamos operando, sean sanos, ajustados al nivel de ingreso que la compañía tiene, simplemente se encuentra el diseño” comentó.
Nissan versión china
El presidente y CEO de Nissan a nivel global también destacó la posibilidad de llevar más autos de la marca Nissan a Sudamérica con tecnología de China.
“Es hacer uso de estos productos con la velocidad de China, con el costo de China, con la tecnología de China para defendernos de la competencia que viene de ahí mismo de forma muy agresiva. Entonces tenemos esa flexibilidad también y bueno vamos a seguir trayendo nuevamente esa tecnología”, comentó.
Reiteró que no necesariamente ligar a la marca con tecnología de China es malo, porque ellos mantienen estándares de calidad muy altos que se deben cumplir si quieren poner la marca Nissan.
“Entonces, el hecho de que un proveedor venga de China o de México o de Sudamérica es irrelevante, tiene que cumplir con ciertos estándares sin importar en el lugar de origen que tengo. Lo que sí es cierto es que estamos utilizando y aprendiendo muchas cosas, cómo se hacen las cosas en China”, remarcó.
AG