Detrás de cada pantalla hay una persona. Un adolescente que busca respuestas, un padre que quiere entender, una mente curiosa que intenta aprender algo nuevo. Y en ese océano infinito de información que es el internet, no basta con dejar que las olas nos lleven; hay que cuidar hacia dónde navegamos.
Uno de los usos más relevantes que tienen las plataformas de video es el aprendizaje. Este formato visual se ha convertido en un medio que permite desdoblar conceptos complejos, para los usuarios tener la certeza de que lo que ves está pensado para informar, formar y empoderar, es indispensable. Hoy, las plataformas digitales también están impulsando colaboraciones que democratizan el acceso al conocimiento y el desarrollo de habilidades. Iniciativas educativas abiertas, (cursos gratuitos desarrollados por organizaciones y fundaciones, como la de Fundación Carlos Slim y Aprende.org) son un ejemplo de cómo la tecnología puede ponerse al servicio de la educación y del bienestar colectivo.
Además de aprender conceptos o desarrollar habilidades, de acuerdo a datos de Mind Health Report 2025, estudio realizado por AXA, el 38% de los mexicanos utilizan redes sociales para informarse sobre temas de bienestar emocional. Cuidar la mente también es parte del progreso digital. Hoy en día, es normal que un joven busque respuestas sobre temas sensibles como la depresión o la ansiedad, por lo que contar con contenido confiable, basado en evidencia y adaptado a su lenguaje es algo a lo que deberíamos poner especial atención para atender las necesidades de este sector.
Por ello, es crucial proteger la salud mental de los adolescentes acercando información confiable, como lo hacen los estantes de Contenido de Salud Mental para Adolescentes dentro de alguna plataformas, que surgen de la necesidad de proporcionar contenido basado en evidencia y adaptado a su etapa de vida.
La Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), en su primer estudio sobre el Paciente Digital Mexicano, destacó tres principales actividades digitales relacionadas con el cuidado de la salud: El 49% recurre a videos en línea para informarse sobre padecimientos o procedimientos relacionados a la salud y el 42% lo hace a través de redes sociales. Estos datos confirman la importancia de las plataformas digitales como fuentes de consulta cada vez más frecuentes para los usuarios.
El bienestar emocional es responsabilidad de todos y desde nuestra trinchera podemos hacer grandes avances. Cada creador que decide compartir algo, cada usuario que elige qué ver, cada padre que acompaña a su hijo en línea, también forma parte de este ecosistema. Esto requiere una colaboración activa con expertos, instituciones médicas, sector público y creadores responsables para construir un ecosistema digital verdaderamente saludable.