Comunidad

De los foros al anonimato: cómo los grupos incel se adaptan para sobrevivir en línea

A poco más de un mes del ataque perpetrado en CCH Sur, diferentes grupos de esta subcultura se mantienen activos. Muchos de sus integrantes niegan ser el verdadero peligro.

"La mayoría de incels  somos personas normales con vidas comunes podemos convivir de manera totalmente normal. Solo en twitter creen que somos gente armada con explosivos (sic)", reza una publicación en un grupo de Facebook con más de 34 mil integrantes .

En el mismo post alguien más respondió: "Pero yo sí soy así (...) armas no porque soy pobre pana, es lo que hay. Lo otro sí sé como hacerlo pero espero nunca llegar a ese punto (sic)".


Los comentarios se realizaron tres semanas después de que  Lex Aston , miembro de la comunidad incel en México, asesinara a un estudiante y lesionara a un trabajador dentro de las instalaciones del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur .   

A más de un mes del ataque, MILENIO corroboró que ni la atención mediática, ni los múltiples informes realizados por usuarios de redes sociales han hecho mella dentro de la comunidad que desde hace décadas ha aprendido a vivir en el anonimato. 

Los incels permanecen en aparente anonimato

Esta subcultura nacida hace poco más de 20 años en internet y motivada por la incapacidad percibida de algunos hombres para conseguir relaciones sexuales o románticas , ha ganado fuerza en diferentes países. El ataque en CCH Sur perpetrado el 24 de septiembre dejó claro que México forma parte de la lista.

Poco después de que Lex fuera detenido se desató una ola de amenazas en diferentes planteles escolares del país: descubrieron pintas en los baños, hojas pegadas en los muros de las facultades y publicaciones en Instagram además de diversos  clubes de fans en Facebook. 

A poco más de un mes del ataque perpetrado en CCH Sur, diferentes grupos de esta subcultura se mantienen activos.
Se han creado nuevos grupos en fechas recientes | Facebook

A pesar de que estos grupos en línea —incluido “Farmacia Curincel”, al que presuntamente pertenecía Lex y en el que el joven habría dado pistas sobre sus posibles intenciones — han desaparecido, el ataque sigue generando contenido dentro de la comunidad incel que, como cabeza de Hydra, se regenera cada que una de sus cuentas es reportada. Este medio tuvo acceso a por lo menos ocho grupos activos vinculados con la subcultura. 

“Ha pasado 1 mes desde el ataque de Ashton, yo inmediatamente lancé una amenaza a la facultad de química UNAM”, se lee en una publicación realizada en "Farmacéuticos Blackpileados", misma en la que el autor asegura que hasta ahora no ha tenido consecuencias jurídicas. “Me tumbaron la otra cuenta pero es lo único que pasó, de todas maneras era una cuenta fake”, concluye.

Una de las claves que ha permitido el crecimiento de esta comunidad, como en su momento explicó el sociólogo Aldo Bravo a MILENIO, es precisamente el anonimato, mismo que los incels han aprendido a cuidar de forma colectiva, como lo deja ver un “contenido de lectura obligada” publicado dentro de uno de los foros de celibato involuntario más populares del mundo.

“Esto es por si realmente te importa. A algunos no les importará. Algunas cosas pueden parecer obvias, otras pueden hacerte pensar”, escribió uno de los 33 mil 891 miembros de la plataforma incels.is, antes de compartir una lista de consejos para evitar el “doxeo”, es decir, la revelación pública y no consensuada de datos personales. 

Dentro de los primeros puntos está el evitar que las cuentas personales sean vinculadas al mundo incel: para ello utilizan diferentes apodos o seudónimos, crean correos electrónicos desechables y evitan que su nombre, apellidos o rostro circule en los foros y grupos.

A poco más de un mes del ataque perpetrado en CCH Sur, diferentes grupos de esta subcultura se mantienen activos.
Los grupos utilizan diferentes tácticas para mantener a la comunidad activa | Especial


Aunque muchos incels llegan a revelar la zona en la que viven, a qué grupo étnico pertenecen, peso, edad y/o estatura (sobre todo para pedir opiniones a los demás integrantes sobre su atractivo o expresar su descontento respecto a su aspecto físico) cuidan mucho de lo que comparten sobre su día a día.

“Si dices que te llamas Ranjeet y que eres contador en Twin Falls, Idaho, podrían encontrarte fácilmente”, se lee en la publicación.

Alguno de ellos incluso optan por tomar medidas mucho más estrictas eliminando los metadatos de las fotos que suben o borrando su información de corredores de datos conocidos por recolectar datos personales de redes sociales, registros públicos, compras en línea o apps.

Las medidas de seguridad incluyen el uso de técnicas para eludir posibles rastreos —utilizando redes privadas y evitando compartir imágenes que brinden pistas sobre su ubicación— y consejos para evitar dar clic a enlaces extraños que podrían estar vinculados al robo de datos.

A la par, la lista publicada en el foro incel destaca dos puntos de cuidado relacionados directamente con amistades y la familia: “Cuida con quién te relacionas en la vida real. Yo fui doxeado por un amigo (...) Si tus padres publican fotos tuyas en redes sociales, pídeles que las borren”.

A esto se suman las estrategias para mantener vivos los grupos en Facebook: crean más de una cuenta de respaldo y cada tanto se desactivan y abren nuevos grupos, de hecho, a principios de octubre aparecieron “Curincels 3: La batalla de los Lex ashtinos” e “Incels blackpill”, hasta el 26 de octubre, este último ya tenía más de 600 integrantes.

“Blackpillers”, “Farmacéuticos curincels”, la propia jerga de los incels es aplicada por los administradores que optan por cambiar los nombres de forma rotativa para evitar ser blanco de baneo (es decir expulsión o bloqueo temporal), mientras que otros grupos, como “Venta y Reparación de Videojuegos y Marciano: 11” son utilizados por la subcultura para compartir imágenes, experiencias y comentarios de odio contra las mujeres y la comunidad LGBTQ+ a pesar de no ser exclusivamente incels.

A poco más de un mes del ataque perpetrado en CCH Sur, diferentes grupos de esta subcultura se mantienen activos.
A pesar de que los grupos son reportados, vuelven a surgir nuevos | Facebook

Qué dice comunidad de célibes involuntarios

Los incels comparten desde memes que promueven  la cultura de la violación hasta anécdotas personales sobre el del bullying y acoso que han vivido. Aunque los une una visión pesimista de que están condenados al fracaso romántico debido a factores biológicos inamovibles, sus comunidades son tan diversas que dentro de ellas es posible hallar tanto a simpatizantes de Nicolás Maduro como de Charlie Kirk

Lo mismo ocurre con las opiniones que despierta Lex Ashton: mientras que algunos han celebrado el ataque, otros tantos aseguran que gracias a él, el mundo se ha volcado en contra de la subcultura. Hay incluso quienes rechazan que el joven sea un verdadero incel.

Esto refuerza lo concluido recientemente en uno de los estudios centrados en los célibes involuntarios: no todos son iguales, por lo que su atención requiere de estrategias personalizadas. 

La investigación, publicada en mayo de 2025 en la revista Sexual Behavior concluyó que hay dos factores que encaminan a alguien a tomar la pastilla negra : el extremismo disposicional (es decir, rasgos de personalidad que predisponen a alguien a ideas extremistas) y la vulnerabilidad psicosocial, marcada por experiencias difíciles o traumas.

A pesar de que no todos sus integrantes cometen actos violentos, con más de 53 asesinatos y cientos más de lesiones relacionadas con los incels, hoy la subcultura es considerada como una de las más peligrosas de internet.

En este sentido, los autores del estudio encontraron que la salud mental, las ideas extremas y las redes sociales funcionan como una tríada que se alimenta mutuamente, por ello, proponen intervenciones integrales que vayan más allá de la atención psicológica pues también se deben abordar las creencias distorsionadas y el entorno que las refuerza.

“A medida que los problemas del extremismo, la radicalización en línea y la salud mental crecen en importancia, estos conocimientos son vitales para los legisladores, educadores, periodistas y otros que abordan los desafíos que enfrentan y representan los incels en la sociedad”, concluyen los autores.

LHM

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Lizeth Hernández
  • Lizeth Hernández
  • Más que contar, me gusta escuchar historias. Egresada de la FCPyS, UNAM, escribo para interpretar a una ciudad que se devora a sí misma. Actualmente cubro temas de ciencia, salud y en ocasiones, relatos del pasado.
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