El cartujo se divierte con la puesta en escena en Palacio Nacional: Claudia Sheinbaum busca entre los asistentes a quién darle la palabra. Dice dubitativa: “Vamos a… A ver, allá atrás. A ver, la compañera, que no ha preguntado”. La compañera se presenta: “Buenos días, Presidenta. Liz Vilchis, para SDP Noticias”. La mandataria se sorprende: “¡Liz, no te reconocí!”. “Sí, soy yo”, responde. Las dos sonríen. Sheinbaum comienza una frase y su interlocutora la completa: “Ahora estoy de este lado, haciendo periodismo”.
La encargada durante tres años de la sección semanal “Quién es quién en las mentiras” en las conferencias de AMLO, está como siempre, quemando incienso, volando en la alfombra mágica de la adulación, aunque, por un momento, haya sido falazmente irreconocible para la anfitriona, a quien le pregunta sobre su documental y su libro, sobre el derecho de las audiencias a recibir información veraz y la importancia de las mañaneras. “Si no existiera esta forma de comunicación, no habría la conciencia que hay en el pueblo… Ahora, la politización del pueblo de México es única, única”, le contesta Sheinbaum.
En los matutinos “diálogos circulares” de la titular del Ejecutivo son pocos los sobresaltos, las preguntas incómodas. Todo parece ir bien. Pero a veces, de lugares distantes, se revela otra realidad y la sonrisa se esfuma. Por ejemplo, en un comunicado fechado en Londres, PEN Internacional y Artículo 19 aluden a los asesinatos de periodistas en nuestro país, a la falta de garantías para su protección. Afirman: “Esto refleja una realidad innegable: México enfrenta no solo una crisis de violencia, sino también una crisis de impunidad estructural que permite que los ataques continúen sin consecuencias. Dicha impunidad genera un efecto paralizante de autocensura, represión y temor entre los periodistas”.
En el país más democrático del mundo, este 2 de noviembre, cuando se recuerde a los Fieles Difuntos, ojalá también desde el poder se recuerde la conmemoración —de acuerdo con la ONU— del Día Internacional para poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas.
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.